Somos Uno

En las enseñanzas bahá’ís, el refinamiento del carácter y el ofrecimiento del servicio a la humanidad son rasgos inseparables. Este doble propósito moral moldea los esfuerzos que las personas ejercen en todos los ámbitos de la vida.

El servicio es integral, tanto para la vida individual como colectiva. Cada uno de nosotros está llamado a ser un participante activo del progreso social. A través de nuestras acciones, y en nuestro trabajo y servicio a nuestras comunidades, nos esforzamos por contribuir al mejoramiento de la sociedad y desarrollar nuestras capacidades intelectuales y espirituales.

"Que las acciones y no las palabras sean vuestro adorno"

«La necesidad suprema de la humanidad es la cooperación y la reciprocidad», dijo ‘Abdu’l-Bahá. De la misma manera que el ser humano es más que la suma de las células individuales que comprende su cuerpo, así también los poderes de una comunidad unificada superan con creces los poderes combinados de sus miembros individuales.

En numerosos barrios de Canarias, y bajo este marco de cooperación y reciprocidad, cientos de personas se comprometen a aplicar las enseñanzas de Bahá’u’lláh al progreso material y espiritual de sus comunidades. En un modo caracterizado por la voluntad de aprender, se esfuerzan por contribuir a un proceso de construcción comunitaria en que el desarrollo espiritual y los esfuerzos para promover el bien común se entrelazan. Todas las personas que estén dispuestos a participar en este proceso son bienvenidas. Después de todo, el propósito es ayudar a aumentar la capacidad de más y más personas para hacerse cargo de su desarrollo espiritual, social e intelectual para que se vean a sí mismos como agentes activos del progreso propio y de sus comunidades, en vez de espectadores pasivos de eventos fuera de su control.

«Cuanto más fuertes sean los lazos de comunión y solidaridad entre las gentes, mayor será el poder de la construcción y la realización en todos los planos de la actividad humana»

Construyendo

Comunidades Vibrantes